No habrá chaleco
Después de muchos jaloneos y manifestaciones organizadas por cientos de motociclistas, quienes hicieron caravanas multitudinarias en los últimos días para protestar contra la ley, que les obligaría a utilizar un chaleco con el número de matrícula para poder circular, el gobernador Mario Anguiano Moreno se vio obligado a ceder y echar para atrás la citada ley.
Al gobernador no le quedó de otra más que meter reversa.
No fue para menos, los inconformes, entre otras cosas, portaban leyendas y gritaban a voz en cuello que no votarían por el PRI en las próximas elecciones si el gobierno se mantenía firme en la aplicación de la absurda ley,
"Nos vemos en el 2015" fue el principal grito de guerra de los afectados.
A nuestros despistados diputados se les hizo fácil implementar la mentada ley, que posteriormente fue conocida como “ley chaleco”, según ellos con la medida se reducirían los niveles de inseguridad porque muchos de los asesinatos se cometen desde las populares motos.
Pero no crea que los diputados se devanaron los sesos pensando en su aprobación, y menos en estudiar el contenido de la ley o cómo y cuáles serían las estrategias a implementar, no, se copió directamente de Sudamérica, aun sabiendo que en Colombia ya había mostrado su ineficiencia, no obstante, como a nuestros distinguidos y chambeadores diputados les gusta correr riesgos innecesarios, decidieron probarla en el Estado de Colima, pese a los argumentos que presentaron los que se sintieron afectados.
Uno de los principales argumentos de los motociclistas decía que “las autori dades no tomaban en cuenta que no estaban matriculando vehículos sino personas”, porque se obligaría a usar chaleco al conductor y al acompañante
Diversas asociaciones de motociclistas en la Entidad apoyados por el sector empresarial, se organizaron muy bien y se hicieron escuchar primero, por el secretario de Gobernación Rogelio Rueda, después por un grupo de diputados encabezados por Martín Flores en cuya reunión se caldearon los ánimos y los inconformes cuestionaron severamente a los legisladores del PRI y Nueva Alianza, por haber aprobado la antipopular medida.
Les dijeron de todo, por ejemplo: a Martín le dijeron que era un inútil, que no representaba los intereses del pueblo, sino los de su patrón. El diputado ni se inmutó, parecía que le estaban golpeando una pata de palo
Ante la inconformidad y tomando en cuenta que los motociclistas no cedían terreno, el gobernador decidió hacer con ellos una reunión privada en la sala A del Complejo Administrativo.
Ahí no le quedó más que darles por su lado, diciendo que el Artículo 40 de la Constitución Política del Estado de Colima, lo faculta a realizar las observa ciones que se estimen convenientes en los Decretos aprobados por el Congreso Local ,y desistió de su proyecto de que usaran chalecos.
Dicho llanamente, se rajó legalmente.
Después del reversazo, Anguiano Moreno expuso a través de un comunicado de prensa, que "propondrá al Legislativo que en el Artículo 15 Bis de la multicitada Ley, incluya a las motocicletas en un Registro Público, similar al Registro Público Vehicular, y que se establezca como obligación para poder circular dentro del territorio colimense, estar inscrito en él", pero sin usar chaleco.
Esa propuesta sí fue aceptada por los motociclistas y las aguas volvieron a su cauce normal.
A punto de terminar el periodo sexenal, Mario Anguiano se vuelve a ver inmaduro e inexperto al tratar de imponer semejantes necedades.
Mejor sería que ya ni le movieran a nada, ni él ni los diputados balines que tenemos.
La inseguridad no la pudieron combatir en cinco años y ahora pretendían, con los ilusorios chalecos, resolver el problema antes de terminar el sexenio, como que quisieron apuntarse un diez, pero les salieron los tiros por la culata.
También, como propuesta alternativa y para poner orden en el desgarriate que existe actualmente con las motos, el gobernador puso a consideración del H Congreso: "que todas las motocicletas de todos los tipos, tengan placa; prohibición de permisos provisionales y de placas provisionales, implementa ción de un programa de regularización de licencias de motociclistas, establecer en la Ley para el próximo reemplacamiento vehicular (que no le corresponderá a la actual Administración Estatal), una placa de mayores dimensiones para las motocicletas y establecer la disposición de que todo negocio que comercie motocicletas las venda con placas".
Esto ya tiene un toque más civilizado.
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