miércoles, 9 de julio de 2014

Adiós a una leyenda, falleció el Argentino Alfredo di Stéfano.

El lunes 7 de julio, una fecha que será recordada como el día en el que este mundo despidió a una leyenda del futbol, Alfredo di Stéfano. El exfutbolista falleció en Madrid a los 88 años de edad, tras haber sido ingresado al hospital el sábado 5 por un paro cardiaco.
El argentino Alfredo Di Stéfano ha sido considerado junto a Pelé, Diego Armando Maradona y Johan Cruyff como uno de los cuatro ‘grandes’ futbolistas de la historia del balompié, en una carrera ligada al Real Madrid, el club de su vida y al que dijo adiós 88 años después de su nacimiento, el 4 de julio de 1925 en Buenos Aires.
Hijo de emigrantes italiano y francesa, pasó su infancia en barrios bonaerenses humildes y trabajó durante un tiempo en el negocio agrícola y ganadero familiar, antes de su debut en 1944 en la primera plantilla del River Plate, al que regresó, tras ser cedido luego seis meses al Huracán, para ganar la Liga de 1947.
Ese mismo año jugó sus seis únicos encuentros con la selección argentina. Fue campeón de la Copa América en Guayaquil (Ecuador) con seis goles suyos.
Después de la huelga de los futbolistas argentinos de 1948 por motivo económicos, en 1949 marchó cedido al Millonarios de Bogotá, en el que jugó hasta 1952 con tres títulos de Liga (1949, 1951 y 1952) y dos de máximo goleador (1951 y 1952), antes de regresar a su país para reintegrarse al River Plate.
Después de maravillar a los aficionados en una gira por España con su equipo colombiano, tanto el Barcelona como el Real Madrid intentaron ficharlo.
En mayo de 1953 llegó a España y jugó varios encuentros amistosos con el Barcelona, pese a su compromiso con el Real Madrid. La FIFA medió en el conflicto y decidió que jugara una temporada con cada equipo. El Barcelona, disconforme con el laudo, renunció al jugador, que debutó con el Real Madrid en septiembre de ese año.
Nacionalizado español en 1956, en enero del año siguiente debutó con la selección española frente a Holanda, en un partido en el que marcó tres de los cinco goles de su conjunto. Su último encuentro con el equipo nacional fue en diciembre de 1961. Jugó 31 partidos y marcó 23 goles en su trayectoria con la selección.
Con el Real Madrid disputó 510 partidos, en los que marcó 418 goles, en una magnífica carrera con el conjunto blanco que concluyó en la derrota de la final de la Copa de Europa frente al Inter de Milán del 27 de mayo de 1964.
Balón de Oro en 1957 y 1959, fue máximo goleador en cinco Ligas españolas y contribuyó a la etapa dorada del equipo blanco, en la que sumó cinco Copas de Europa consecutivas (entre 1956 y 1960), en las cuatro primeras con él como máximo artillero; una Copa Intercontinental (1960) y ocho títulos de Liga (1953-54, 1954-55, 1956-57, 1957-58, 1960-61, 1961-62, 1962-63 y 1963-64).
Di Stéfano, que el 25 de agosto de 1963 fue secuestrado durante dos días en Caracas por miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación, que trataban de derrocar al presidente Rómulo Betancourt, también jugó entre 1964 y 1966 en el Espanyol, equipo en el que se retiró como jugador.
Un año después, en junio de 1967, el Real Madrid le tributó un homenaje en un partido frente al Celtic de Glasgow, acto en el que se le impuso la Medalla de Oro al Mérito Deportivo.
De ahí pasó a los banquillos. Su primer club como entrenador fue el Elche (1967-1968). Luego fichó por el Boca Juniors argentino (1968-1970), con el que fue campeón en 1970. De regreso a España, dirigió al Valencia (1970-1974), con el que ganó la Liga 1970-71. A continuación, entrenó al Sporting de Lisboa (1974-1975) -en Portugal-, al Rayo Vallecano (1976-1977) y al Castellón (1977-1978).
En 1978 volvió al Valencia, con el que ganó la Recopa de Europa de 1980. De nuevo en Argentina, entre 1981 y 1982 entrenó al River Plate, con el que ganó el título de 1981.
En mayo de 1982 fichó por el Real Madrid, pero cesó tras perder la Liga 1983-84 en el último partido. En 1985 dirigió de nuevo a Boca Juniors y a comienzos de 1986 se hizo cargo del Valencia, con el que logró el ascenso a Primera División y al que dirigió hasta marzo de 1988.
Entre noviembre de 1990 y marzo de 1991 regresó al banquillo del Real Madrid, su último destino como entrenador. Luego continuó ligado a la entidad blanca como asesor deportivo, delegado y presidente de la Asociación de Veteranos (desde 1993).
Con la llegada de Florentino Pérez a la presidencia de la entidad blanca, en julio de 2000 fue nombrado presidente de honor. Diez años antes, le fue impuesta la Laureada de Oro y Brillantes del club.
Distintas instituciones y organizaciones internacionales del fútbol le han reconocido su brillante trayectoria. La FIFA lo consideró uno de los ocho jugadores más importantes de la historia (1997) y en 2000 como el “mejor futbolista de los últimos 70 años”. Fue, además, uno de los primeros en ingresar en su Salón de la Fama y ha recibido la Orden del Mérito de la FIFA (1994).
La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) lo eligió tercer “Mejor jugador europeo del siglo XX” y de Sudamérica, y cuarto del Mundo. Además, está en posesión del Gran Collar Extraordinario de la Confederación Sudamericana de Fútbol (2003), la Insignia de Oro y Brillantes de la Federación Española de Fútbol o el Premio Presidente UEFA (2009).

Caballero de la Orden de Isabel la Católica (1960), tiene la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo (2000) y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2002). En 1989 le fue concedido el ‘Súper Balón de Oro’ de ‘France Football’ al mejor futbolista de todos los tiempos.

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