El
lunes 7 de julio, una fecha que será recordada como el día en el que este mundo
despidió a una leyenda del futbol, Alfredo di Stéfano. El exfutbolista falleció
en Madrid a los 88 años de edad, tras haber sido ingresado al hospital el
sábado 5 por un paro cardiaco.
El
argentino Alfredo Di Stéfano ha sido considerado junto a Pelé, Diego Armando
Maradona y Johan Cruyff como uno de los cuatro ‘grandes’ futbolistas de la historia del balompié, en una carrera ligada al Real Madrid, el club de su vida
y al que dijo adiós 88 años después de su nacimiento, el 4 de julio de 1925 en
Buenos Aires.
Hijo
de emigrantes italiano y francesa, pasó su infancia en barrios bonaerenses
humildes y trabajó durante un tiempo en el negocio agrícola y ganadero
familiar, antes de su debut en 1944 en la primera plantilla del River Plate, al
que regresó, tras ser cedido luego seis meses al Huracán, para ganar la Liga de
1947.
Ese
mismo año jugó sus seis únicos encuentros con la selección argentina. Fue
campeón de la Copa América en Guayaquil (Ecuador) con seis goles suyos.
Después
de la huelga de los futbolistas argentinos de 1948 por motivo económicos, en
1949 marchó cedido al Millonarios de Bogotá, en el que jugó hasta 1952 con tres
títulos de Liga (1949, 1951 y 1952) y dos de máximo goleador (1951 y 1952),
antes de regresar a su país para reintegrarse al River Plate.
Después
de maravillar a los aficionados en una gira por España con su equipo
colombiano, tanto el Barcelona como el Real Madrid intentaron ficharlo.
En
mayo de 1953 llegó a España y jugó varios encuentros amistosos con el
Barcelona, pese a su compromiso con el Real Madrid. La FIFA medió en el
conflicto y decidió que jugara una temporada con cada equipo. El Barcelona,
disconforme con el laudo, renunció al jugador, que debutó con el Real Madrid en
septiembre de ese año.
Nacionalizado
español en 1956, en enero del año siguiente debutó con la selección española
frente a Holanda, en un partido en el que marcó tres de los cinco goles de su
conjunto. Su último encuentro con el equipo nacional fue en diciembre de 1961.
Jugó 31 partidos y marcó 23 goles en su trayectoria con la selección.
Con
el Real Madrid disputó 510 partidos, en los que marcó 418 goles, en una
magnífica carrera con el conjunto blanco que concluyó en la derrota de la final
de la Copa de Europa frente al Inter de Milán del 27 de mayo de 1964.
Balón
de Oro en 1957 y 1959, fue máximo goleador en cinco Ligas españolas y
contribuyó a la etapa dorada del equipo blanco, en la que sumó cinco Copas de
Europa consecutivas (entre 1956 y 1960), en las cuatro primeras con él como
máximo artillero; una Copa Intercontinental (1960) y ocho títulos de Liga
(1953-54, 1954-55, 1956-57, 1957-58, 1960-61, 1961-62, 1962-63 y 1963-64).
Di
Stéfano, que el 25 de agosto de 1963 fue secuestrado durante dos días en
Caracas por miembros de las Fuerzas Armadas de Liberación, que trataban de
derrocar al presidente Rómulo Betancourt, también jugó entre 1964 y 1966 en el
Espanyol, equipo en el que se retiró como jugador.
Un
año después, en junio de 1967, el Real Madrid le tributó un homenaje en un
partido frente al Celtic de Glasgow, acto en el que se le impuso la Medalla de
Oro al Mérito Deportivo.
De
ahí pasó a los banquillos. Su primer club como entrenador fue el Elche
(1967-1968). Luego fichó por el Boca Juniors argentino (1968-1970), con el que
fue campeón en 1970. De regreso a España, dirigió al Valencia (1970-1974), con
el que ganó la Liga 1970-71. A continuación, entrenó al Sporting de Lisboa
(1974-1975) -en Portugal-, al Rayo Vallecano (1976-1977) y al Castellón
(1977-1978).
En
1978 volvió al Valencia, con el que ganó la Recopa de Europa de 1980. De nuevo
en Argentina, entre 1981 y 1982 entrenó al River Plate, con el que ganó el
título de 1981.
En
mayo de 1982 fichó por el Real Madrid, pero cesó tras perder la Liga 1983-84 en
el último partido. En 1985 dirigió de nuevo a Boca Juniors y a comienzos de
1986 se hizo cargo del Valencia, con el que logró el ascenso a Primera División
y al que dirigió hasta marzo de 1988.
Entre
noviembre de 1990 y marzo de 1991 regresó al banquillo del Real Madrid, su
último destino como entrenador. Luego continuó ligado a la entidad blanca como
asesor deportivo, delegado y presidente de la Asociación de Veteranos (desde
1993).
Con
la llegada de Florentino Pérez a la presidencia de la entidad blanca, en julio
de 2000 fue nombrado presidente de honor. Diez años antes, le fue impuesta la
Laureada de Oro y Brillantes del club.
Distintas
instituciones y organizaciones internacionales del fútbol le han reconocido su
brillante trayectoria. La FIFA lo consideró uno de los ocho jugadores más
importantes de la historia (1997) y en 2000 como el “mejor futbolista de los
últimos 70 años”. Fue, además, uno de los primeros en ingresar en su Salón de
la Fama y ha recibido la Orden del Mérito de la FIFA (1994).
La
Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) lo eligió
tercer “Mejor jugador europeo del siglo XX” y de Sudamérica, y cuarto del
Mundo. Además, está en posesión del Gran Collar Extraordinario de la
Confederación Sudamericana de Fútbol (2003), la Insignia de Oro y Brillantes de
la Federación Española de Fútbol o el Premio Presidente UEFA (2009).
Caballero
de la Orden de Isabel la Católica (1960), tiene la Gran Cruz de la Real Orden
del Mérito Deportivo (2000) y la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2002).
En 1989 le fue concedido el ‘Súper Balón de Oro’ de ‘France Football’ al mejor
futbolista de todos los tiempos.
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