HAY COSAS QUE REGRESAN SOLAS......
Hace tiempo que decidí tomar un paseo y alejarme de las concupiscencias de la vida; pero olvidé cerrarlas con 3 candados como se canta en la canción de los Tigres del Norte.
Con tristeza de padre, veo como todo lo vivido y construido entre las personas y su exagerada versión de vivir bien o acorde a lo que dicta el libro del Buen Ciudadano; sencillamente se fue por el caño.
Desde lo mas mínimo, como las relaciones entre las personas y su buen vivir, pasando por los aprovechados dueños de edificios que dan clases y llegando hasta la misma casa de Dios que fuera de toda creencia nazarena, se han convertido en la nueva inquisición.
Así de fácil.
Anteriormente, estando en Estambul en 1997 observando a un grupo de pequeños alfareros de arcilla alienígena, asentí que la sociedad debe trabajar en conjunto a ciertas conveniencias grupales, a ciertos parámetros sociales y finalmente, porque les debe dar gana andar de alborotados en bola.
Pero eso, fue en 1997 cuando no se sabia de la nefasta voluntad del humano para poder matarse entre él mismo y lo que lo rodea.
Después de mi entrenamiento en el monte Kilimanjaro como ninja a un lado del mismísimo Bruno Díaz, decidí enfrentar mi asociación y partirla en mil pedazos para poder trabajar solo en casa, en el trabajo, en la escuela, en la calle, en cualquiera que necesitara trabajo en equipo, yo decidía hacerlo por mi cuenta.
Por ejemplo, en la guerra del Golfo, quedó entrevisto como trabajar en equipo es solo una patraña para que después, por alguna razón demoniaca, algunos decidieran optar por su propio beneficio y mandar por un tubo la decisión grupal y hacerlo lo que le venga en gana.
Eso pasa ahorita.
Dejé de hablar con personas mayores, porque quería darle oportunidad a la gente común y corriente que vive para su propio beneficio chocarrero, pero no obtuve nada.
Di oportunidad a la Alma Mater de educarme, creyendo en un proyecto que ni ellos saben si va a funcionar, es más, abrí mi boca en sendos caminos lleno de arguendes telefónicos y conspiraciones antiguas, para enterarme, con tristeza, que la raza no sabe nada o esta sumida en la ignorancia colectiva e imposiblemente engañada.
Agradezco a Raúl Avila por permitir mi regreso al bisemanario El Alacrán, porque creo en proyectos sólidos, en pasos firmes, creo en una fuerza poderosa que me da energía matutina, diurna y nocturna y es mágica.
Como caballo de Troya, entré triunfante a un mundo disoluto, inadecuado, inerte, muerto pues me considero un zombie físico pero poderosamente espiritual.
Mi idea de vivir va encima de todo lo que puedo tocar, oler, morder, deglutir, beber e incluso ver.
No poseo más energía Thundercat, me he llenado de energía potencialmente cambiante.
He visto más allá de lo vidente y ahora observo con frialdad inocua, superflua y puedo ver a 1820 cuadros por segundo o lo que es igual, a más de 30 fotopixeles.
Mi deseo de librarme es más fuerte, pero más intolerante; me siento como el gran canijo Don Miguel Hidalgo y Costilla o como el traidor Don Benito Juárez, ambos intolerantes y fríos de la mente pero con temperatura en el corazón.
Espero que mis tres lectores, mi Sen-sei Víctor Escamilla, mi hermano Joaquín y don pancho el donero, entiendan lo que estas líneas quieren decir…mis libres pensamientos.
El Teacher Ramón
PERIÓDICO BISEMANARIO EL ALACRÁN, EN KIOSKOS DE TECOMÁN, ARMERÍA Y MICHOACÁN
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