jueves, 11 de septiembre de 2014

LA AMISTAD, NO SE COMPRA, SE GANA

Mis Libres Pensamientos
Juan Ramón López Blanco



HE AIN'T HEAVY
Quiero un par de zapatos del 8 –dijo el hombre al vendedor. – ¿del 8? ¿Está usted seguro ? porque a lo mucho considero que Usted es del numero 10? –contestó el vendedor-
  -¿Para quién son las zapatos y quién se los va a pagar?-contestó el hombre severamente molesto. 
 Esta misma pregunta me la hago muchas veces, pues normalmente no somos dados a la apoplejía mental cuando se trata de reclamar lo que sabemos que nos es muy de nosotros.
  Pero ¿qué nos pertenece  ? o Qué creemos fielmente que nos pertenece? 
 Nadie, al pasar de año en año, puede decir que las personas, las cosas e incluso lo anti-material nos sirve o de alguna manera, nos pertenece. 
 Es decir, es relativo. 
Los tiempos cambiantes y las circunstancias hacen que nosotros mismos nos separemos de ideales, de planes y proyectos y de las mismas personas. 
 Ni la defensa pura de la seguridad física nos hace capaz de persuadir a nuestro YO interior, para que no se apropie o al menos deje de sentir posesión por los demás…
 Cuando eso sucede, es hermosa la sensación y maravillosa la nostalgia. 
 El sábado pasado, mi hermano Edgar y yo decidimos ampliar el horizonte de la posesión y quedarnos profun damente dormidos en la plenaria de un sinfín de locuras argumentativas, puro rollo pues para tomar la decisión de que nadie ni nada nos pertenecería y sufrir por la invariable angustia de perder es nostálgico pero no trágico. 
 Creo que perdí a un amigo. 
Amigo, porque la palabra amistad se graba en la persona, en el corazón y en la mente. 
 Sonríes, cantas, lloras, recuerdas momentos, atas sensa ciones pasadas y presentes y conviertes los momentos simples en recuerdos que no morirán, eso creo yo.
  He pasado recordando lo que se ha hecho mal o regular antes de pensar en lo bueno, pues se piensa que lo bueno no pasa al revés o al menos no pasaría una ruptura por las cosas buenas. 
 Leonardo Flavio en su canción La Soledad, refiere que para saber como es la soledad, tendrías que sentir que alguien ya no esta a tu lado, la cercanía.
  Es como un amigo que no está, que ya no se oyen sus palabras y que nunca ha de volver, que esos recuerdos y sueños solo son luces en torno a ti y así se quedarán para siempre; aunque mueran 
Por otro lado, Napoleón manifiesta que la vida es una subasta, con bajadas y subidas, que a la vuelta de la esquina nos da sorpresas, frías o cálidas pero al fin sorpresas. 
 Donde naces y también olvidas, vamos a nacer y nos vamos a morir, punto. 
 Enfrentarla directo es cosas de hombres, cosa de gente indomable e indolente que no vea al horizonte empeque ñecido por nuestras propios conceptos de amistad. 
 La amistad va más allá y punto.
Amigo, hecha leyenda por el glorioso Roberto Carlos, es sencillamente una hermosa canción. 
 Representa y define el concepto puro y eterno de amistad...la amistad nos mantiene siendo niños en nuestras mentes, juegas, peleas pero perdonas, eres cierto en horas de penumbra, te mantienes erguido para alcanzar a ver la luz.
  Nadie en su edad corta o larga, podrá redefinir el término amistad y vanagloriarse de contar con miles de amigos. 
 Tarde es la edad cuando descubres que uno o dos de ellos se mantendrán al pié de la raya a tu lado, confiando sólamente en la amistad, confiando en la apresurada forma de gritarnos al espejo que soy el amigo de alguien más.
  Creo que perdí a un amigo y no lo pude haber evitado. Palabras van y palabras vienen; me voy a quedar esperando aquí, a donde puedas voltear a verme y decirme que la amistad, corre como sangre por las venas. 
 Dejaré el rencor porque no puedo cargar con él, ni siquiera me gusta como se siente la boca reseca. 
 Sin nombre ni apellido, ni pasado ni destino.
  Creo que perdí a un amigo y ya con esa expresión, valga la pena seguir adelante.
                                            El Teacher Ramón

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