JAVIER MONTES CAMARENA
No hay moral en la política; sólo conveniencias
Déjenme decirles que la historia
política de Francisco Pico Zepeda se
define por dos vocablos: pleito y conveniencias.
Escribir sobre Pico Zepeda es punto de partida para un panegírico, una bitácora
con pretensiones sistemáticas para justificar sus conveniencias personales,
misma que ilustra momentos de dependencia y su total falta de congruencia
política.
No me digan que el diputado federal del
partido Verde Nabor Ochoa López no se siente príncipe y que Francisco Pico Zepeda es un méndigo que invoca, al
igual que lo hiciera su secuestrador muchos años antes su pobreza, refiriéndose
a “la olla de pozole” que lo impulsó a salir de la mendiguez.
Hoy, Pico
Zepeda en su pésimo discurso, dijo que fue muy pobre, paupérrimo, que lavaba
coches, que hacía mandados, que no tenían que comer en su casa, mensaje
despropor cionado que provocó entre los casi mil asistentes a su registro un
gestó de molestia por el teatro lastimero que quiso vender a la audiencia,
ocultando, que producto de la corrupción política donde ha estado inmerso se ha
favorecido para hacer un capital millonario, producto de la política corrupta,
no de su trabajo.
Sin una pizca de autocrítica y
honestidad, Pico Zepeda, nunca ha
reconocido que Nabor Ochoa fue su mayor detractor y enemigo hasta hace algunos
años, ambos, fueron enemigos acérrimos, Pico
siempre criticó y arremetió en contra del Guerrerense quien se ganó a pulso el
mote que el mismo Pico le indilgo, el
de “La Rata Prieta” de la cual Pico
Zepeda contrajo una fea enfermedad conocida como “Síndrome de Estocolmo”
porque se enamoró de su secuestrador.
Su ambición de ser alcalde del puerto, hizo que Zepeda González se uniera al ex presidente municipal más corrupto y
ladrón de que se tenga memoria en Manzanillo, se unió al Mesías de “La Olla de
Pozole” convirtiéndose en igual o peor de cínico, farsante y mentiroso que su
secuestrador.
Dados estos perversos factores, por qué
asombrarse de la complicidad de ambos si la cuchara saca lo que tiene la olla,
de ahí que, el candidato del PRI a la alcaldía del puerto exude estiércol y un
penetrante olor a padrote, un tipo que se ha aprovechado de muchas damitas a
las que ha ido coleccionando como Güilas
o amigas sentimentales, que lo acompañan sin ningún pudor y decencia en su
actos públicos debido a su precaria economía y soportan el señalamiento de muchos priistas que las condenan
y las descalifican, por prestarse a la enfermedad sexual de un politiquillo
enfermo que aprovecha el erario público para cubrir los gastos de su Güilas.
En política no hay nada peor que un
político aprovechado de la mendiguez de otros. Bill Clinton ex Presidente
norteamericano cuando decidió a participar por la Casa Blanca, de inmediato
pidió las debilidades y desbarres del Presidente George Bush padre en su
intento por reelegirse en 1992.
De inmediato su equipo de trabajo encabezado
por su esposa Hillary Clinton le dijeron: el
que más nos preocupa eres tú.
Mónica Lewinsky da fe de ello en el affaire
del sexo oral.
Hoy, un tipo padrote como Pico Zepeda es su principal enemigo
debido a sus calenturas y sus deslices amorosos con el harem de su equipo político.
Ya lo vimos, el discurso de su
registro no fue malo, malísimo, sin idea política, sin estructura de futuro
sólo el grito lastimero de que fue muy pobre, humildito, sin darse cuenta que
es un tipo que no goza de universal buena fama.
En fin, el candidato del PRI a la
Presidencia municipal de Manzanillo Francisco Zepeda González, se ha ganado a
pulso la consigna que hasta hoy corean no pocos de los ciudadanos
manzanillenses que ven a él a un tipo
que vendió su dignidad y valores por una candidatura que se oculta en las
perversidades de Nabor Ochoa López.
Pico no es un hombre de valores. Nunca lo ha sido, las mujeres priistas
que lo rodean no le merecen el menor respeto ni consideración y mucho menos si
tienen buena figura.
Su confianza está depositada en incondicionales que forman
parte de su fauna de acompaña miento. Pico,
no es un político de programas porque no tiene ideas ni conceptos, por eso su
candidatura se está polarizando porque se siente un macho providencial que cree
que todo lo puede.
En su clásico, El Príncipe, Nicolás Maquiavelo elogia las capacidades de los
príncipes que saben ser zorros. Dice: El que
mejor ha sabido ser zorro, ése ha salido mejor librado. Pero hay que saber
disfrazarse bien y ser hábil en fingir y en disimular; los hombres son tan
simples y se someten hasta tal punto a las necesidades del momento, que aqul
que engañe encontrará siempre quien se deje engañar… ´
Y
Pico, no engaña a nadie…es un padrote.
¿No qué no?
No sé si usted conozca el
personaje de POOLL un mesero puñal en un programa de televisión “la hora pico”
quien sufre cuando “Carmelo” su compañero le dice que es niña, niña y él contesta no soy niña, no soy niña, así el diputado federal Arnoldo Ochoa González arremetió
en contra de un periodista que lo había señalado como mandadero.
Arnoldo negó ser mandadero de Nacho Peralta y resulto que sí…
Arnoldo es un vil Mandadero.
Que fea es la decadencia.
Ahí se ven.
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