
Según trascendió
entre algunos de los comerciantes que acompañan en las protestas a Teresita
González, ellos tenían la obligación de entregarle mil pesos por semana para
mantener activo su permiso de vender la vía
pública, dinero que era recibido por la líder y que era entregado a su vez a los
inspectores del Ayuntamiento de Guadalajara, alimentando la red de corrupción
que existía en la administración de Ramiro Hernández García.
Los mismos
líderes reconocieron en rueda de prensa el pasado viernes que
Teresita González contaba con el permiso de 33 espacios; José Luis Mata, otros
33 lugares; Elizabeth Vélez Vázquez, 48; Marco Antonio Santos Amador, 136;
Edgar Giovanni, 46; y Pablo González Alonso, 28 espacios.
Por eso el
berrinche de cerrar calles y utilizar a niños y mujeres
como carne de cañón, para defender el negocio ilegal de esta señora.(fisgonpolitico.com)
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