No entiendo, como muchos tecomenses tampoco lo comprenden, el por qué el alcalde Lupillo García Negrete no ha llamado a las fuerzas armadas para regresar la tranquilidad a nuestro municipio.
La espera merece dos probables situaciones; el edil espera que se acaben entre si las bandas de crimina les so pena de lastimar a inocentes, o es probable cómplice de los cárteles que se disputan la plaza.-
Durante el primer año de gobierno de Tito Vázquez, el clima de violencia se presentó.
Sólamente que el ex alcalde tomó al toro de los cuernos, hizo alianza con las fuerzas armadas y no permitió que la delincuencia organizada se apoderara de la tranquilidad de la ciudadanía tecomense. Y así fue todo su período.
Las defensas públicas de Lupillo en torno al caso, son el resultado de su incapacidad e ineficacia para dirimir un tema tan delicado que asombra a los tecomenses.
Rehuir la realidad basada en hechos contundentes, no es signo de buen gobierno ni deseo de vivir en paz.
Al alcalde la ausencia de asesores expertos en ese tipo de situaciones, le hace dar traspiés a cada paso.
Es verdad, Lupillo no es político, pero para eso, ha habido alcaldes, legisladores y gobernantes que buscan a quienes les puedan orientar en sus asuntos, para demostrar que sí son inteligentes y capaces de solventar cada uno de los problemas que se les presentan en la vida administrativa cotidiana.
Y de eso, adolece Lupillo Garcia Negrete.
El y su pequeño círculo de allegados, viven dentro de una burbuja de la felicidad, gozando de la protección que debe dársele a la ciudadanía en su conjunto.
Por eso, sus homólogos Yulenny Cortés León y Rafael Mendoza Godínes le llevan la delantera en acciones de beneficio a la sociedad, casos concretos ganados a base de insistencia ante quien corresponda, para allegarles mejoras a las comunidades y a sus gentes.
Lupillo desde que comenzó su gobierno, solo se la ha pasado de simple “conserje escolar”; dando manteni miento a las áreas públicas, mientras que la problemática delincuencial está presente día a día, por citar un ejemplo palpable ante la vista de todas y todos.
El declarar que el 97% de los homicidios registrados en éste municipio son perpetrados por gente que no es originaria de Tecomán y que el 3% restante a personas que sí lo son, deja ver la pobreza estimativa del alcalde García Negrete, pues sin saber a ciencia cierta el número de muertes, exhibe porcentajes.
Calificar como “no graves y normales“ los hechos delictivos en donde ha habido muertes y personas heridas graves, y señalar que no es privativo el municipio, revela la irresponsabilidad del alcalde.
Sabrá que la niña herida de bala en la Indeco sigue grave y que la señora que estaba de visita, está a punto de perder una pierna por la bala recibida ?
Qué bueno que llega Felipe Paz Rodríguez, pero qué malo que siga en Vialidad Armando Trujillo quien no da una buena, pues los alrededores de los mercados están ocupados por vehículos de comerciantes y las infracciones sin causa real, son el pan de cada día.
Qué bien que llega a Coplade Juan Gabriel Alvarez Torres, su experiencia y capacidad, serán importan tes para ayudar en los proyectos de obra pública.
Ya se le había sugerido a Lupillo, como también se le recomendó que se quedara son Susana Romero en tesorería. Por no hacerlo, ahora sufre las consecuen cias con alguien que ha sido muy cuestionado en Villa de Alvarez.
Es el alcalde y él decide con quién se queda.
Otro ex funcionario que sí es de resultados, es Domingo Rodríguez Servín, quien estaba en Ingresos luego de ocupar la Contaduría en COMAPAT.
Y SI BIEN se lee en los comentarios en redes sociales Lupillo es cabeza de nepotismo en su gobierno, de peculado al permitir compras a costo mayor al valor real, debe reconsiderar esos aspectos importantes, si pretende ser un buen presidente municipal.
Es sabido que las administraciones pasadas hubo actos de nepotismo; pero tan exagerado, no.
Sé que Lupillo es bien intencionado, pero no basta la voluntad cuando no se tiene la preparación ni la gente adecuada a su alrededor para realizar un buen gobierno, y con nepotismo y probable peculado encima, menos.
Y eso de presumir que su desempeño al frente del ayuntamiento tiene a tecomenses “contentos y con vencidos porque saben que hace las cosas bien, dando pasos cortitos, pero seguritos, no se le cree, pues quizás quienes se sientan así, sean unos pocos y no la mayoría de la ciudadanía, que a diario se queja por las deficiencias en recolección de basura, ausencia de rondines policiacos, carencias en el suministro de agua potable a las viviendas y marcado desem pleo, es decir, que sus promesas no las ha cumplido.
Y tiene razón en parte, tiene apenas casi seis meses de ser alcalde, no nació para serlo, pero otros ex presidentes municipales, en menos de 15 días, dieron resultados a la sociedad y fueron muy aplaudidos.
Esperemos pues, que Lupillo reconsidere su actitud y actuación, que asuma su alta responsabilidad y que le quede claro, que es la imagen de la sociedad.
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