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CD DE MEXICO.- La autoridades federales confirmaron que el co-fundador del cartel de Sinaloa fue trasladado al centro federal de readaptacion social Cefereso Uno El Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Fue después de las 17:00 horas de ayer miércoles, cuando autoridades estadounidenses entregaron a sus similares de México a Héctor Palma Salazar, en las inmediaciones del puente nuevo internacional “Puerta México” en Matamoros, donde fue recibido por autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).
Héctor Luis El Güero Palma Salazar fue detenido por elementos de la Procuraduría General de la República (PGR) al ingresar a México, después de ser liberado por el gobierno de Estados Unidos.
En nuestro país lo acusan de su probable responsabilidad en dos homicidios ocurridos en el Estado Nayarit.
En un comunicado conjunto emitido por las instituciones de seguridad del país, se explica que una vez en territorio mexicano, personal de la Fiscalía General de Nayarit cumplimentó orden de aprehensión en contra de Palma Salazar, por su probable responsabilidad en dos homicidios ocurridos en esa Entidad.
Luego, el capo fue trasladado por elementos de las fuerzas armadas al hangar de la PGR, ubicado en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México (AICM).
Posteriormente, a petición de las autoridades judiciales, fue llevado por elementos de la Policía Federal al centro federal de readaptación social número 1, El Altiplano en el Estado de México.
En este centro penitenciario de máxima seguridad, Palma Salazar permanecerá internado durante el desahogo del proceso judicial correspondiente.
La detención de El Güero Palma se efectuó por personal de la Fiscalía de Nayarit, el Ministerio Público de la Federación y las instituciones integrantes del gabinete de seguridad del gobierno de la República.
De acuerdo con el comunicado, la detención se llevó a cabo con base en el convenio de colaboración suscrito en el marco de la conferencia nacional de Procuradores de Justicia.
El martes anterior en entrevista sobre el tema, la procuradora general Arely Gómez González señaló que desde que se tuvo conocimiento de su liberación, se comenzó la revisión en todas las delegaciones y fiscalíasde los Estados, los casos en contra de Palma Salazar, con el fin de determinar su aún había alguna averiguación previa que pudiera reabrirse contra el capo.
El Güero Palma de 55 años de edad, fue condenado en Estados Unidos a 16 años de prisión y fue liberado antes de tiempo debido a “buena conducta”.
Fue detenido en 1995 por el gobierno estadounidense, acusado de delincuencia organizada, y es uno de los principales socios de El Chapo Guzmán, preso en el penal federal de mediana seguridad de Juárez, Chihuahua.
En esa época, ambos narcotraficantes se enfrentaron a los hermanos Arellano Félix, del cártel de Tijuana, en busca del control del tráfico de enervantes en esa zona.
El Güero Palma inició su vida delictiva como un ladrón de coches, llegó a trabajar como sicario y, al reclutar más gente, junto con El Chapo y Miguel Ángel Félix Gallardo, encabezaron el cártel de Sinaloa.
Palma Salazar fue detenido en 1995 por colaborar con el cártel de Juárez, después de que se desplomara el Lear Jet en el que volaba entre los límites de Nayarit y Jalisco, cuando buscaba acudir a una boda.
El capo sobrevivió al accidente y fue arrestado posteriormente por oficiales del Ejército/APRO
LA VIDA DEL GUERO PALMA,
HISTORIA LLENA DE SANGRE
En el mundo del narcotráfico, Héctor Palma Salazar era conocido como un sujeto violento y sanguinario, quien encabezaba balaceras y ordenaba o ejecutaba crímenes, sin importar el nombre del personaje.
Junto a Guzmán Loera, Héctor Luís Palma llevó al Cártel del Pacífico a lo más alto del mundo de las drogas, tuvo sangrientas batallas en estados del norte del país contra sus rivales directos: Los Arellano Félix.
Palma Salazar también sufrió la pérdida de su familia en manos de sus rivales, quienes con engaños llevaron a su mujer a Venezuela, la decapitaron y mataron a sus dos hijos de 4 y 5 años.
El Cártel del Pacífico, de la mano de “El Chapo” y “El Güero”, se apoderó de las rutas del trasiego de droga hasta el año de 1995, fecha en la que Palma Salazarf ue detenido tras el desplome de su avioneta en Nayarit.
Palma Salazar fue extraditado a Estados Unidos en 2007, se declaró culpable de haber tratado de distribuir cocaína en 2008, y fue condenado a cumplir 16 años de prisión por transportar 50 kilos de cocaína.
De esta forma, Palma Salazar debería cumplir condena hasta 2024, pero se adelantó su salida de prisión para el sábado 11 de junio por "buena conducta".
Mientras uno de los fundadores del Cártel del Pacífico sale de prisión, otro -"El Chapo"- se acerca hacia la extradición a Estados Unidos, donde siete tribunales federales quieren juzgarlo por varios cargos de narcotráfico, lavado de dinero y asociación ilícita.
Se cree que “El Güero” tuvo que ver en el asesinato de Norma Corona, defensora de los derechos humanos, en mayo de 1990.
Se le relaciona en el homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en 1993, durante un enfrentamiento en el aeropuerto internacional de Guadalajara./apro
CD DE MÉXICO .-En sus tiempos, era el co fundador del cártel de Sinaloa que tiene hoy como líder al archifamoso y multimillonario Joaquín Guzmán el Chapo, al que 10 mil soldados buscan luego que escapó de una prisión mexicana de alta seguridad, antes, en sus comienzos, el Güero supo trabajar para el fundador del cártel de Guadalajara Miguel Ángel Félix Gallardo.
El capo de capos, como lo señalan los corridos mexicanos, el Güero estaba casado con una hermosa joven, Guadalupe Lejía y tenía dos hijos, Nataly y Héctor, de cuatro y cinco años.
Como ocurre con todos los capos del narco, el Güero veía poco a su familia, y a pesar de los millones de dólares.
Debía andar a salto de mata, de casa en casa para no ser ubicado por la Policía.
Fue en esas ausencias que el esposo de su hermana, el venezolano Rafael Clavel alias Buen Mozo, comenzó a seducir a Guadalupe.
La esposa del narco se enamoró de Clavel y un mal día, sacó varios millones de dólares de la cuenta personal del narco y huyó con Clavel y con sus dos hijos.
El Güero estalló en ira y rompió todo en una de sus casas, pero ni se imaginaba en qué iba a terminar esa historia, ni que la traición de su esposa marcaría un antes y un después en la peripecia del narcotráfico mexicano.
En determinado momento, estando en un hotel en Estados Unidos, Clavel dejó los arrumacos de lado y sin decir agua va, degolló a Guadalupe.
Luego metió su cabeza en un recipiente con hielo y se lo envió por correo al Güero.
Clavel viajó con los dos hijos de Guadalupe a Venezuela y los arrojó primero a uno, luego al otro, desde lo alto de un puente el puente La Concordia, a 150 metros de altura en Táchira, Venezuela, publicó Proceso.
Y los filmó mientras los nenes caían y se reventaban contra el asfalto.
Luego envió la grabación a el Güero, que enloqueció de dolor.
Expertos en el tema del narco, llegaron a la conclusión de que Clavel era un sicario al que Félix Gallardo envió, luego de comprobar que el Güero le había robado 300 kilos de cocaína.
Fue la primera vez que un narco se metía de esa forma con la familia de otro, y la de Guadalupe fue la primera decapitación, una atrocidad que hoy es moneda común en México y de las que hay registros en el tétrico Blog del Narco.
El Güero le devolvió sangre por sangre.
Mató a nueve integrantes de la familia de los Arellano, al abogado de Clavel y a tres hijos del sicario, los desmembraron.
Clavel en tanto, fue degollado en la cárcel donde estaba, supuestamente por orden del Güero.
Tras el asesinato, el capo construyó un mausoleo en el panteón Jardines de Humaya, en Culiacán, el exclusivo camposanto del narcotráfico en México.
Esta historia es una de las tantas que aparecen reflejadas en dos libros del ex investigador privado Don Winslow (El poder del perro y Cártel).
Winslow reviste la historia del narcotráfico en México con personajes de ficción pero basado en la realidad.
Entre otras cosas, profundiza en el papel que la CIA tuvo en el crecimiento del flujo de cocaína y crack hacia las calles estadounidenses luego de un sucio negociado con los cárteles mexicanos para cambiar drogas por armas que terminaron en manos de la Contra que luchaba en Nicaragua contra los sandinistas.
Hubo también armas para Irán con el objetivo de que el régimen de los Ayatolas, liberara a los rehenes estadounidenses que los Persas tenían en su poder.
El relato de Winslow es crudo, directo y con los detalles a los que pudo acceder luego de entrevistarse con capos del narco, sicarios, pasadores de drogas, funcionarios corruptos y gobernantes de aquella época, fines de los 80 y comienzos de los 90, en que los narcotraficantes mexicanos empezaron a desplazar a los colombianos en el gran negocio de la cocaína y la heroína.
La lectura de estos dos libros, a pesar de su ropaje de ficción, ayuda a comprender un poco mejor el crecimiento del crimen organizado que llegó a comprar elecciones, asesinar futuros presidentes e incidir, por tanto, en la institucionalidad de al menos dos naciones.
Alguna vez escribí sobre este episodio pero va de nuevo: en un simposio de los tantos que se hacen entre Policías antidrogas, el director nacional de la Policía uruguaya le preguntó a su par colombiano cómo había ocurrido que los cárteles de la droga tuvieran tanto poder en ese país caribeño.
El colombiano le respondió con una pregunta: “¿Y cómo es la cosa en Uruguay?”.
El uruguayo le contó que en general era un país de paso de drogas, pero que habían aparecido algunos laboratorios, que creció la cantidad de personas dedicadas al narco pero que aún no había cárteles formales, y que el sicariato se estaba haciendo fuerte en determinados ámbitos aunque no era aún algo generalizado.
“Bueno”, le dijo el colombiano, “así empezamos nosotros”.
/agradecimiento a blogdelnarco, Proceso y AFE
La traición de Lupita a "El Güero Palma" y una lluvia de sangre para el Jefe de 'El Chapo Guzman'
CD DE MÉXICO .-En sus tiempos, era el co fundador del cártel de Sinaloa que tiene hoy como líder al archifamoso y multimillonario Joaquín Guzmán el Chapo, al que 10 mil soldados buscan luego que escapó de una prisión mexicana de alta seguridad, antes, en sus comienzos, el Güero supo trabajar para el fundador del cártel de Guadalajara Miguel Ángel Félix Gallardo.
El capo de capos, como lo señalan los corridos mexicanos, el Güero estaba casado con una hermosa joven, Guadalupe Lejía y tenía dos hijos, Nataly y Héctor, de cuatro y cinco años.
Como ocurre con todos los capos del narco, el Güero veía poco a su familia, y a pesar de los millones de dólares.
Debía andar a salto de mata, de casa en casa para no ser ubicado por la Policía.
Fue en esas ausencias que el esposo de su hermana, el venezolano Rafael Clavel alias Buen Mozo, comenzó a seducir a Guadalupe.
La esposa del narco se enamoró de Clavel y un mal día, sacó varios millones de dólares de la cuenta personal del narco y huyó con Clavel y con sus dos hijos.
El Güero estalló en ira y rompió todo en una de sus casas, pero ni se imaginaba en qué iba a terminar esa historia, ni que la traición de su esposa marcaría un antes y un después en la peripecia del narcotráfico mexicano.
En determinado momento, estando en un hotel en Estados Unidos, Clavel dejó los arrumacos de lado y sin decir agua va, degolló a Guadalupe.
Luego metió su cabeza en un recipiente con hielo y se lo envió por correo al Güero.
Clavel viajó con los dos hijos de Guadalupe a Venezuela y los arrojó primero a uno, luego al otro, desde lo alto de un puente el puente La Concordia, a 150 metros de altura en Táchira, Venezuela, publicó Proceso.
Y los filmó mientras los nenes caían y se reventaban contra el asfalto.
Luego envió la grabación a el Güero, que enloqueció de dolor.
Expertos en el tema del narco, llegaron a la conclusión de que Clavel era un sicario al que Félix Gallardo envió, luego de comprobar que el Güero le había robado 300 kilos de cocaína.
Fue la primera vez que un narco se metía de esa forma con la familia de otro, y la de Guadalupe fue la primera decapitación, una atrocidad que hoy es moneda común en México y de las que hay registros en el tétrico Blog del Narco.
El Güero le devolvió sangre por sangre.
Mató a nueve integrantes de la familia de los Arellano, al abogado de Clavel y a tres hijos del sicario, los desmembraron.
Clavel en tanto, fue degollado en la cárcel donde estaba, supuestamente por orden del Güero.
Tras el asesinato, el capo construyó un mausoleo en el panteón Jardines de Humaya, en Culiacán, el exclusivo camposanto del narcotráfico en México.
Esta historia es una de las tantas que aparecen reflejadas en dos libros del ex investigador privado Don Winslow (El poder del perro y Cártel).
Winslow reviste la historia del narcotráfico en México con personajes de ficción pero basado en la realidad.
Entre otras cosas, profundiza en el papel que la CIA tuvo en el crecimiento del flujo de cocaína y crack hacia las calles estadounidenses luego de un sucio negociado con los cárteles mexicanos para cambiar drogas por armas que terminaron en manos de la Contra que luchaba en Nicaragua contra los sandinistas.
Hubo también armas para Irán con el objetivo de que el régimen de los Ayatolas, liberara a los rehenes estadounidenses que los Persas tenían en su poder.
El relato de Winslow es crudo, directo y con los detalles a los que pudo acceder luego de entrevistarse con capos del narco, sicarios, pasadores de drogas, funcionarios corruptos y gobernantes de aquella época, fines de los 80 y comienzos de los 90, en que los narcotraficantes mexicanos empezaron a desplazar a los colombianos en el gran negocio de la cocaína y la heroína.
La lectura de estos dos libros, a pesar de su ropaje de ficción, ayuda a comprender un poco mejor el crecimiento del crimen organizado que llegó a comprar elecciones, asesinar futuros presidentes e incidir, por tanto, en la institucionalidad de al menos dos naciones.
Alguna vez escribí sobre este episodio pero va de nuevo: en un simposio de los tantos que se hacen entre Policías antidrogas, el director nacional de la Policía uruguaya le preguntó a su par colombiano cómo había ocurrido que los cárteles de la droga tuvieran tanto poder en ese país caribeño.
El colombiano le respondió con una pregunta: “¿Y cómo es la cosa en Uruguay?”.
El uruguayo le contó que en general era un país de paso de drogas, pero que habían aparecido algunos laboratorios, que creció la cantidad de personas dedicadas al narco pero que aún no había cárteles formales, y que el sicariato se estaba haciendo fuerte en determinados ámbitos aunque no era aún algo generalizado.
“Bueno”, le dijo el colombiano, “así empezamos nosotros”.
/agradecimiento a blogdelnarco, Proceso y AFE
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