Hillary Clinton, la ganadora del debate según los
medios de EE.UU.. Foto: AFP
El veredicto de los medios: la ventaja
fue de Hillary Clinton
Los principales sitios de noticias estadounidenses destacaron que la candidata demócrata le ganó la pulseada de anoche al magnate; la duda es si éste resultado se traducirá en votos
MARTES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2016 • 00:46.- Apenas terminado el debate, desde las grandes cadenas de TV hasta los sitios web más visitados o los usuarios más populares de las redes sociales, se lanzaron a tratar de identificar a el o la ganadora del encuentro de esa noche entre Hillary Clinton y Donald Trump, de cara a las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
La mayoría reconoció que Trump se mostró fuerte en algunos tramos de la discusión, pero que a medida que avanzó la noche, el millonario fue volviendo a ser el de siempre: irritable, imprevisible, provocador.
Hillary, en tanto, trató de no ceder ante el temperamento de su contrincante republicano y hacia el fin del debate fue emergiendo como ganadora.
"Trump mordió el anzuelo", dice el influyente sitio Politico y agrega: "un Trump visiblemente irritado trata insistentemente de interrumpir a una Clinton que lo golpea en temas como sus negocios o cambio climático".
"Trump repite falsedades sobre la guerra en Irak y el certificado de nacimiento de Obama", advierte la CNN luego de contrastar las declaraciones de ambos candidatos con la realidad.
Más tarde, publicó una encuesta en la cual el 62 % de los consultados dieron por ganadora a la ex secretaria de Estado.
El 41 % de los encuestados se identificó como votante demócrata, mientras que el 26 % como republicano, mientras que al resto no les identifica la filiación política.
"Clinton y Trump chocan en un debate feroz", es la descripción de Los Angeles Times sobre una contienda verbal que no ahorró en ataques personales, ironías y declaraciones cuestionables.
El sitio del diario de California dedica una sección para que tres de sus expertos expliquen cómo "Clinton venció a Trump, round a round".
"Al fin y al cabo, hay un solo Trump.
Trató de comportarse más como un estadista, sólo un poco. Hillary Clinton logró, sin embargo, meterse bajo su piel y descolocarlo.
Y Trump cometió muchos errores sin forzar", opina Doyle McManus, el columnista político del diario.
La versión norteamericana del británico The Guardian se inclinó también por una ventaja de Clinton: "Clinton se muestra firme mientras que Trump se pone a la defensiva".
De todas formas, varios analistas de las cadenas de TV insisten en que pese a que Hillary puede haber salido ganadora, eso no necesariamente se traducirá en más votos. Ambos candidatos necesitan seducir a los votantes independientes para sacar una ventaja abultada que les permita llegar cómodos al 8 de noviembre.
Por qué para la mayoría fue Hillary Clinton la ganadora
Tras el debate presidencial, los medios salieron a decir que la mejor performance había sido la de la ex secretaria de Estado
Silvia PisaniLA NACION.-MARTES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2016 • 06:45 Washington.- Para muchos, el primero de los tres debates entre candidatos lo ganó la demócrata Hillary Clinton .
Pero la batalla -verbal y gestual- tuvo sus momentos.
Hay coincidencia también en que el republicano Donald Trump arrancó muy bien y que mostró mucho más "temperamento presidencial" que en ocasiones anteriores.
Los días irán multiplicando y tamizando las lecturas.
Pero, apenas se apagaron las luces del escenario donde transcurrió se desató un duelo de espadas entre analistas a la hora de ponderar la actuación de cada uno.
Estas son sólo alguna de ellas.
Una de las conclusiones más vehementes del debate la tuvo el director de cine Michael Moore.
Conocido por sus furibundas críticas a los republicanos, sostuvo que el gran ganador de la noche fue Donald Trump. No tanto por lo que él hizo sino porque desde su perspectiva, Clinton no es capaz de movilizar con igual fuerza.
Una línea que no fue la mayoritaria pero que otros defendieron con argumentos similares.
Entre ellos, que el republicano se mostró más enérgico y que muy posiblemente gane las elecciones de noviembre. Howard Kutz, analista de la cadena Fox News, cercana a los republicanos, defendió el comportamiento de Trump. "marcó muy bien sus puntos de vista. Su claridad lo hace atractivo", sostuvo.
No fue sólo lo que dijeron sino cómo lo hicieron.
Para David Axelrod, uno de los artífices de la campaña que llevó a Barack Obama a la presidencia, una de las facetas más importantes de este tipo de cara a cara es demostrar cómo los aspirantes a la Casa Blanca reaccionan a la presión o a las provocaciones.
"Porque, si algo puedo asegurarles, es que la Presidencia es mucho peor" que los golpes bajos que hayan podido verse. Desde esa perspectiva, a su juicio, "fue una gran noche para Clinton", que resistió sin perder el control las continuas interrupciones de su adversario.
Con esto coincidió Chris Cillizza, de The Washington Post. Sobre todo, a partir del recurso de las cadenas de televisión de tener todo el tiempo a los dos candidatos en la mira, con el recurso de la pantalla partida.
Elecciones en EEUU - ¿Aceptarán el resultado
de las elecciones? - Fuente CNN
"Eso fue fantástico", subrayó.
El recurso no sólo permitió apreciar la forma en que uno de los contendientes exponía una idea sino, también, la reacción del otro.
"Vimos cómo reaccionan cuando están nerviosos", coincidió. Desde su perspectiva, Trump pasó con menos solvencia esa prueba.
Para Gail Collins, una de las analistas estrella de The New York Times, la noche fue "terrible" para Trump.
No tanto por lo que sostuvo sino por lo que demostró de si mismo.
"Que le cuesta muchísimo reconocer que se ha equivocado" y que es incapaz de escuchar.
"Eso demostró con las caras y los gestos de desprecio" con que lo sorprendió la cámara.
Analistas, memoriosos, y sobre todo, los equipos de cada una de las campañas, se apuraron a contabilizar cuánto había mentido, omitido o falseado la verdad el otro.
Para muchos, tal como ocurre en la guerra, cuando se está en campaña política, una de las primeras víctimas es la verdad.
¿Cómo evalúan los votantes la veracidad de lo que dijeron los dos candidatos?
Mike Lofgren, analista político cercano a los republicanos, señala que la prueba de la verdad es más delicada para Hillary que para Trump.
Eso, porque desde su perspectiva, el votante del candidato republicano ya sabe que mucho de lo que él dice "no tiene relación con la realidad".
Pero que igual eso, a muchos de quienes lo siguen, "no les importa".
De allí que la verificación de datos no parezca tan rigurosa ni crucial en su caso.
¿De qué se trató en definitiva?
Para Arthur Brooks, del American Enterprise Institute, con sede en esta ciudad, los dos perdieron la oportunidad de mostrar algo más que sus estereotipos habituales.
Desde su perspectiva, esto es, un Donald Trump que volvió a mostrase como fuerte y decidido, y una Hillary Clinton sólida y profesoral que invirtió buena parte de su tiempo en descalificar una vez más a su adversario.
"Ninguno de los dos fue capaz de ir más lejos ni mostrar argumentos más de fondo", reprochó.
El de ayer fue solo el primer round de los tres que tienen pautados.
La próxima cita será el domingo 9, en San Luis, Misuri.
Muy cerca de donde fueron los estallidos raciales de Ferguson, tal como se define a la rebelión popular que, hace dos años, mostró una enorme brecha entre discurso político y realidad.
Las tácticas y estrategias a las que apelaron Hillary Clinton y Donald Trump durante el debate
Los aspirantes a la Casa Blanca utilizaron todas las herramientas que tuvieron a mano para ganar
Rafael Mathus Ruiz PARA LA NACION.-MARTES 27 DE SEPTIEMBRE DE 2016 • 11:28
Las estrategias de Hillary Clinton y Donald Trump
para el debate. Foto: Reuters
NUEVA YORK.- En las encuestas y en los análisis, el primer debate presidencial ha dejado un desenlace: Hillary Clinton ganó y Donald Trump perdió.
A lo largo de 90 minutos, los dos candidatos presidenciales intercambiaron duros ataques, chicanas, risas irónicas, bromas y algunas definiciones en lo que fue tal muchos anticipaban, un claro choque de estilos antagónicos.
Clinton fue por lejos, la que mejor se preparó para el debate. Optó por aferrarse a su tendencia natural de digerir hasta el último detalle de los temas y estudiar a su rival.
Trump se preparó poco, confiado en su talento para improvisar ante las cámaras -muy efectivo hasta anoche-, y eso terminó costándole caro.
El resultado fue un desempeño que, en el caso de Trump, fue de mayor a menor y terminó en pesadilla, y en el de Clinton, comenzó con mucha cautela, casi como si estuviera estudiando a su rival, y terminó sólida y segura.
Estos fueron algunos de los errores y aciertos que tuvieron los candidatos durante el choque.
1) Los primeros minutos, lo mejor de Trump, lo peor de Clinton
El inicio del debate aglutinó casi todos los aciertos de Trump. Fue incesante en su mensaje nacionalista, cargando contra China y México por la pérdida de trabajos debido a la globalización.
Atacó a Clinton con cierta efectividad por su respaldo a los acuerdos de libre comercio, un punto débil de la demócrata, que ha cambiado de posición sobre el Acuerdo Transpacífico (TPP, según sus siglas en inglés).
Fue su mejor momento.
Incluso hasta pareció un caballero cuando después de que Clinton lo llamó "Donald" un puñado de veces, la miró, y le dijo: "Ahora, con toda justicia Secretaria Clinton... si, ¿eso está bien? Bien, quiero que sea muy feliz. Es importante para mi". Ironías de lado.
Clinton sonrió.
2) "Bueno, Donald, vivís en tu propia realidad"
El primer corte del debate se produjo luego de los primeros ataques de Clinton, acusó a Trump de beneficiarse de la crisis hipotecaria, negar el cambio climático, y lo arrinconó con el dato de que comenzó su carrera como empresario con un préstamo de 14 millones de dólares de su padre. Trump pasó a la defensiva, y comenzó a interrumpirla, algo que luego hizo durante todo el resto del debate.
Fue en ese tramo que Trump sacó a relucir a Trump, quizá, su principal desacierto.
Y fue en ese tramo cuando Hillary dejó una de sus mejores frases: "Bueno, Donald, vivís en tu propia realidad".
Las estrategias de Hillary Clinton y Donald Trump
para el debate. Foto: AFP
3) 30 años de culpas
Trump no mencionó nunca uno de los comentarios más polémicos que ha hecho Clinton: que en su coalición hay una "canasta de deplorables" en la cual hay racistas, misóginos, homofóbicos e islamofóbicos.
Nunca mencionó la palabra "honesta", otro punto muy débil de la demócrata.
Trump optó por atacar a Clinton en comercio, en el uso de su servidor privado para manejar el correo electrónico cuando era secretaria de Estado, en política exterior, y en haber estado en Washington durante casi tres décadas.
No funcionó.
"Tengo la sensación de que para cuando termine ésta noche, voy a ser acusada de todo lo que ha pasado", dijo Clinton, riéndose.
"¿Por qué no?", respondió Trump.
"Si, por qué no...", respondió la demócrata, sin dejar de reírse.
Fue un momento de Clinton.
4) El debate de los "modales"
Suele decirse que los debates presidenciales importa tanto cómo se ven los candidatos y cómo actúan como lo que dicen.
En esa puja, Clinton optó por intentar mantenerse calmada, responder y atacar, no interrumpir, respetar al moderador y nunca perder la compostura.
Trump interrumpió a Clinton cada vez que pudo, e incluso hasta en un momento prepoteó al moderador Lester Holt. "Esperá un minuto, esperá un minuto, Lester. Me hiciste una pregunta. ¿Me hiciste una pregunta?", le dijo, en un tono irritado.
Trump perdió una oportunidad para mostrarse "presidenciable", algo que su equipo anhelaba.
Fue un claro desacierto, aunque no es del todo claro cómo lo afectará el día de la elección.
Su base lo votó, entre otros motivos, por su estilo.
Las estrategias de Hillary Clinton y Donald Trump para el debate. Foto: AP / David Goldman
5) Los ataques
Clinton eligió y preparó sus ataques.
Eso quedó a la vista cuando habló de cómo Trump hizo su fortuna, de la negativa de Trump de mostrar su declaración impositiva, o de la polémica por el certificado de nacimiento de Obama -uno de los peores momentos de Trump en el debate-, o de sus declaraciones ofensivas para las mujeres. Clinton no dejó pasar un sólo tema: lo atacó en todos los frentes donde podía atacarlo.
Trump confió en su instinto, y por eso sus ataques fueron menos efectivos. Además, dejó varios frentes sin cubrir, como el comentario de Clinton sobre la "canasta de deplorables".
Y quedó muy mal parado sobre el final, cuando cargó contra la estamina de Clinton.
Si algo se le reconoce a la demócrata, es su capacidad de trabajo.
"Bueno, tan pronto como él viaje a 112 países y negocie un acuerdo de paz, un alto el fuego, la liberación de disidentes, una apertura de nuevas oportunidades en países de todo el mundo, o pase 11 horas testificando frente a un comité del Congreso, él puede hablar conmigo acerca de estamina", le asestó Clinton.
El auditorio le regaló uno de los pocos aplausos.
Los cinco cruces más picantes del primer debate presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump
Los candidatos protagonizaron un áspero encuentro, cargado de acusaciones y chicanas-
No se guardaron nada.
Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos,Hillary Clinton y Donald Trump , protagonizaron anoche un tenso primer debate en el que lanzaron todas sus municiones, se mostraron sarcásticos, enojados y sonrientes, se interrumpieron mutuamente y hasta al moderador Lester Holt.
En la hora y media que duró el encuentro, la candidata demócrata y el republicano expusieron sus definiciones sobre algunos temas de la agenda de actualidad, como el racismo, la economía y la política exterior, y sacaron a la luz otras cuestiones que marcaron la campaña.
Entre todos los dardos que sobrevolaron el auditorio de la Universidad de Hofstra, se destacaron cinco cruces picantes:
El origen de la fortuna de Donald Trump
En la primera pregunta, acerca de los empleos en Estados Unidos, en el marco de la temática de "prosperidad", Hillary lanzó el primer dardo a su contrincante.
"Donald fue muy afortunado en su vida: recibió 14 millones de dólares de su padre para empezar su negocio", dijo. Trump le contestó que su padre le dio "una pequeña cantidad de dinero" en la década del 70 y cambió de tema.
En las acusaciones cruzadas, Trump habló del escándalo de Clinton por enviar emails desde su casilla de correo privada cuando era secretaria de Estado.
Ella, en respuesta, lo criticó por negarse a publicar las declaraciones de impuestos que los candidatos presidenciales publican tradicionalmente.
"No tengo ninguna razón para pensar que él va a divulgar sus declaraciones de impuestos, porque hay algo que esconde", dijo Clinton, y agregó que esa decisión plantea preguntas sobre si es tan rico y caritativo como dice ser. Además, destacó que las pocas declaraciones que ha presentado muestran que a pesar de su riqueza, no ha pagado el impuesto federal a las ganancias.
"Eso me hace inteligente", dijo Trump.
"Tengo enormes ingresos", ostentó, y agregó que es hora de que el país sea dirigido por alguien que sepa algo sobre el dinero.
"Divulgaré mis declaraciones de impuestos cuando ella divulgue sus 33.000 correos electrónicos que han sido borrados", desafió Trump.
Clinton, al respecto, volvió a admitir que fue un "error" usar su servidor privado cuando era secretaria de Estado. "Cometí un error usando un email privado y asumo la responsabilidad por ello", dijo.
"No fue un error, lo hizo a propósito", provocó Trump.
Consultados sobre las últimas muertes de ciudadanos negros a manos de policías, lo cual elevó la tensión racial y reavivó las protestas en el país, Hillary Clinton culpó a las armas y volvió a pedir mayor control, mientras que Donald Trump pidió "ley y orden".
"Hay dos palabras que la secretaria Clinton no quiere usar, que son ley y orden", resaltó Trump, quien que la policía "tiene miedo de hacer cualquier cosa" y, por ello, consideró que se han multiplicado los tiroteos.
Frente a ello, Clinton ofreció tres recetas contra las tensiones raciales: restablecer la confianza entre la Policía y las comunidades negras, entrenar a los agentes y atajar la "epidemia" de la violencia armada, que se cobra de manera desproporcionada las vidas de varones afroamericanos.
"Si eres muy peligroso para volar, también eres peligroso para comprar un arma", dijo, en su plan de endurecer los controles en la venta de armas.
En una de sus intervenciones más agresivas, Trump aseguró que nunca apoyó la invasión de Irak y acusó a la prensa "dominante" de inventarlo.
Después de acusar nuevamente al presidente de Estados Unidos Barack Obama y a Hillary Clinton -su secretaria de Estado entre 2009 y 2013-, de promover el surgimiento del Estado Islámico (EI) al salir de Irak en 2011, Trump dijo que el ex presidente republicano George Bush nunca debió haber intervenido para derrocar al dictador iraquí Saddam Hussein.
"Donald apoyó la guerra de Irak", se apuró en subrayar Clinton, a lo que Trump interrumpió repetidamente con un "error, error, error".
En ese momento, el moderador, Lester Holt, recordó que en 2002, antes del inicio de la guerra, Trump mostró su apoyo a la guerra en una entrevista.
El magnate, enojado, interrumpió varias veces al periodista de NBC para afirmar que se trataba de un "sinsentido" inventado por "la prensa dominante".
En esa entrevista de 2002, preguntado por si apoyaba la intervención, Trump dijo: "supongo que sí", una afirmación que hoy quiso reconvertir en un "quién sabe".
Holt volvió sobre otras declaraciones de Trump durante la campaña y le preguntó al magnate si realmente creía que su rival, la primera mujer que logra ser candidata a la presidencia, no tiene "aspecto presidencial".
Trump volvió a lanzar una respuesta que genera fuerte rechazo entre las mujeres.
"No tiene el aspecto ni la vitalidad [stamina].
Y creo que no tiene la vitalidad...
Para ser presidente de este país tienes que tener vitalidad. Tienes que poder negociar...
Tienes que hacer muchas cosas y no creo que Hillary Clinton la tenga", dijo el magnate.
Clinton pareció disfrutar la respuesta, al mencionar ejemplos de su "vitalidad" de sus épocas de secretaria de Estado: "Bueno, cuando él viaje a 112 países y negocie un acuerdo de paz, un cese al fuego, la liberación de disidentes (...) o pase 11 horas declarando frente a una comisión parlamentaria, podrá hablar de energía".
El magnate republicano golpeó de entrada pero la candidata demócrata cerró mejor el primer cruce de los tres pautados
Silvia Pisani LA NACION
Trump y Clinton tuvieron el primer debate presidencial de los tres pautados. Foto: AFP / TIMOTHY A. CLARY
Fueron noventa minutos.
Pero puede que no haya sido un solo debate sino dos.
La primera hora mostró a un Donald Trump efectivo, guiando la conversación y seguro.
Pero la hora siguiente fue de Hillary Clinton, con la ex secretaria de Estado guiando la conversación y mostrando hasta qué punto es conveniente prepararse para estos cruces.
El resultado final la mostró a ella como ganadora.
En materia gestual ocurrió otro tanto. Hillary arrancó dura. Había ensayado hasta los saludos. Incluso la broma inicial con la que quiso arrancar "creo que esta noche me acusarán de todo lo que ocurre", le salió mal. Trump, rápido, replicó: " ¿Por qué no?", en clara referencia a la larga presencia de su apellido en la esfera pública.
Él arrancó suelto y divertido.
Ella, dura y contenida.
Pero en la medida en que pasaron los minutos, las pantallas mostraron a un Trump sediento, de ceño fruncido y mirada, por momentos, perdida.
Tratando de explicarse, gesticuló tanto que hasta el saco le quedó fuera de línea.
Clinton se mantuvo igual.
Sonriente, mirando fijo y con una estrategia audaz: dejarlo hablar.
Los buenos estrategas dicen que ese es un truco arriesgado pero efectivo: dejar que el adversario hable hasta enredarse solo. "¿Ustedes escucharon lo que dice?
Simplemente, escúchenlo", invitó después.
Los mejores momentos de Trump fueron en la primera media hora, que, para los expertos, es la que más vale.
La de mayor audiencia y la que fija un criterio inicial.
Fue el momento en que se habló de lo que mejor conoce: comercio y puestos de trabajo,
Un Donald Trump que encontró su mejor línea argumental en acusar a Hillary Clinton como parte de los problemas existentes.
"Ha estado haciendo lo mismo durante 30 años y seguirá haciendo lo mismo", acusó.
Le reprochó ser parte de la elite política que creó los problemas que hoy deben combatirse.
Usó la experiencia de Clinton como arma de ataque.
Como culpable de lo que ocurre.
Lo curioso es que no se haya preparado para la otra parte de la misma mirada: él qué haría en su lugar.
Los tramos siguientes, sobre racismo, seguridad y política internacional, fueron los que mostraron a Clinton más sólida. Forzó a Trump a dar la que, posiblemente, sea la explicación más larga de la historia sobre por qué no presenta su declaración de impuestos. Y sonreía mientras lo explicaba. Él contraatacó con los correos privados.
"Cometí un error y asumo toda la responsabilidad por ello", dijo Clinton.
Trump no tuvo por dónde seguir.
Siguió pegando golpes y Clinton, sonriendo.
Lo que no está tan claro, es si cada uno de ellos logró el objetivo inicial.
Trump, durante el primer tercio, mostró un temperamento presidenciable.
Seguramente será algo de lo que corrija en los dos debates que quedan por delante.
Hillary tenía que mostrarse más cálida y cercana.
No está tan claro que lo haya logrado. Sí que es sólida y qué está mejor preparada.
Los sondeos posteriores la dieron claramente como la ganadora del cara a cara.
Lo demás sigue siendo una incógnita./CNN
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