México no quiere retroceso. México no quiere demagogia”.
Así, Meade Kuribreña exhortó a los priistas a unir fuerzas para construir un “México chingón”, que repudie la corrupción de quien no explica de qué vive o utiliza la contienda electoral para “lavar sus culpas y lavar su dinero”, porque en un país de leyes “el que la hace, debe pagarla. Marcamos distancia y exigimos castigo a los que incumplen la ley.
Pintamos nuestra raya con los que se han aprovechado para llenar su bolsillo a costa de los demás”.
Orador único en el festejo del 89 aniversario del PRI, José Antonio Meade se auto describió como un ciudadano que apuesta por el diálogo y la unidad.
“No promuevo odio, sino respeto.
No aliento división, sino unidad.
No creo en los extremos que polarizan.
Soy un hombre con experiencia, soy un hombre con ideas, por cierto, con ideas propias”, dijo y provocó los aplausos de miles de integrantes de los sectores priistas.
Meade habló de los pilares en la historia del PRI, desde sus antecedentes como partido nacional revolucionario, y la transformación que hizo de él Plutarco Elías Calles para que naciera el PRI, hasta el ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, quien hace justo 24 años, precisamente en el festejo del 65 aniversario del priismo, pronunció el discurso memorable que habló de las distintas realidades que vive un México que tiene hambre y sed de justicia.
Meade explicó que “en el juicio histórico del PRI se aprecian grandes aciertos y también errores.
Hoy sabemos cuándo nos equivocamos, dónde perdimos rumbo, qué decisiones implicaron costos para el país y para el partido y cuáles, al dejarlas de tomar, pusieron en riesgo la estabilidad y el crecimiento; porque conocemos y reconocemos políticas equivocadas, estamos decididos a impedir que el país vuelva a tropezar.
“Hace 18 años, el priismo y mi generación fuimos convocados para trabajar en favor de un país que todavía hoy tiene, como dijera Luis Donaldo Colosio, hambre y sed de justicia”, pronunció el primer candidato ciudadano que arropa el PRI en sus 89 años de vida.
Los gritos de “duro, duro” sonaron en el PRI nacional cuando José Antonio Meade mencionó a Colosio, pero también cuando hizo referencia al fundador del partido el general Plutarco Elías Calles, quien, por decisión propia, fue el último caudillo de la revolución que dominó la escena política y optó por transformar esa revolución en instituciones de una República.
“México chingón, México chingón”, gritaban las bases priistas para responder a la invitación de Meade, de hacer del país una potencia mundial.
Un grito que calló al candidato, pero que le ayudó a conectarse con la militancia.
“Ese México chingón lo vamos a construir juntos y juntos vamos a ganar.
El partido nacional revolucionario PNR y Plutarco Elías Calles cambiaron caudillos por instituciones, consolidaron la paz social, y no vamos a permitir que regrese un México de caudillos ni de mesías”, y con esas palabras generó un estallido de gritos.
Los llamó a trabajar juntos por la victoria en la presidencia, porque “México decidirá entre perder o ganar, entre ir hacia atrás o hacia adelante.
México pierde al poner en riesgo a las instituciones que hemos fundado, ganamos cuando las hacemos más fuertes. México pierde al rendirse ante la corrupción y las mentiras, ganamos cuando ponemos siempre la ley por delante, cuando procesamos a los corruptos.
“México pierde al dar amnistía a los criminales que han sembrado el dolor en varios lugares.
México no quiere aventuras políticas.
México no quiere saltos al vacío.
México no quiere retroceso.
México no quiere demagogia”, aseguró.
En su mensaje como orador único en el 89 aniversario del PRI, Meade resaltó los siguientes tópicos.
Avance. No se necesitan ni caudillos ni mesías, señaló.
Sin opacidad. La contienda no es para lavar culpas o dinero, indicó.
Meta. Afirmó que apuesta por el diálogo y la unidad.
Familia. Dijo que impulsará el talento, la familia y a las mujeres.
Justicia. Se pronunció por cero corrupción.
Estado. Indicó que se debe fortalecer a las instituciones.
VOZ DE LAS BASES DETIENE EL TIEMPO EN BUENAVISTA
El tiempo se detiene en Buenavista.
Los gritos son los mismos que en los últimos 89 años. “CTM con el PRI”. “CNC con el PRI”. “Petroleros con el PRI”.
La liturgia priista sale otra vez a la luz, pero esta vez sin cierre de calles ni espacios insuficientes.
No está Plutarco Elías Calles, su fundador, pero sí su obra: el fin de los caudillos que no deben regresar.
No está tampoco Lázaro Cárdenas, pero sí parte de su obra traducida en un sindicalismo entusiasta e institucional, con la CTM, los petroleros y la CROC.
No está Luis Donaldo Colosio, pero sí su ideario para abatir “el hambre y sed de justicia” de México.
Y tampoco está Enrique Peña Nieto, el hombre que los regresó a la presidencia, pero su solo nombre, su sola imagen en las pantallas gigantes, es suficiente para comprobar que es el líder indiscutible de las bases priistas.
Nadie como él, hasta en ausencia, para despertar el éxtasis priista que, ya sin matracas, pero sí con gritos, porras y mantas, busca en su pasado las razones para superar las escisiones y emprender una de sus batallas más difíciles: mantener la presidencia.
El festejo por el 89 aniversario del PRI, muestra los ánimos intactos de las bases priistas, ahora visiblemente reducidas en número, pues a diferencia de hace un lustro, ocupan sólo la mitad del estacionamiento de la sede nacional del partido, cuando la vieja euforia las hacía invadir el estacionamiento y las dos enormes plazas al pie del edificio principal del partido.
El domingo no hubo mar rojo que invadiera las calles de la colonia Buenavista.
Pero su disminución numérica no se nota cuando de gritar se trata.
Las bases priistas están comandadas por Carlos Aceves del Olmo, cabeza de la clase obrera; por Ismael Hernández, líder de la central campesina; Arturo Zamora, de las organizaciones populares, a quienes se sumaron los de la CROC y los organismos de mujeres y de jóvenes y el Movimiento Territorial.
“Que sí, que no, que cómo chingados no”, gritan jubilosos cuando su candidato presidencial José Antonio Meade, reconoce a los líderes seccionales como la fuerza y el corazón del partido.
Meade, primer candidato del PRI que no es priista, acaricia la memoria del partido que lo impulsa.
Los nombres de Calles, Cárdenas, Manuel Ávila Camacho, Jesús Reyes Heroles y Luis Donaldo Colosio provocan a los tricolores, que 20 minutos antes, vieron en las enormes pantallas testimonios de correligionarios que dan las razones para sentirse orgullosamente priistas.
Ahí, entre las bases priistas, están Manlio Fabio Beltrones, Humberto Roque Villanueva, María de los Ángeles Moreno, César Camacho, Beatriz Paredes, ex líderes nacionales del PRI; con ellos, Dionisio Meade, priista padre del candidato presidencial, codo a codo con el ahora candidato al Senado, Miguel Ángel Osorio Chong.
Un domingo de parar el tiempo en Buenavista y mostrar optimismo y confianza en ganar, como lo hizo Emilio Gamboa, de los poquísimos que aceptó una entrevista. “Vamos unidos y cohesionados alrededor de un gran mexicano”, dice Gamboa, mientras las bases priistas se retiran en grupos a enfrentar su realidad electoral.
OCHOA PIDE A PGR NO CEDER ANTE PRESIONES
El presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, llamó a la Procuraduría General de la República (PGR) a no dejarse presionar políticamente y mantener las investigaciones en torno a las acusaciones de corrupción, lavado de dinero y triangulación de recursos en contra del candidato presidencial Ricardo Anaya.
En un mensaje acompañado por todos los dirigentes de los sectores y organizaciones del PRI, Ochoa Reza respondió así al mensaje que en la víspera emitió Ricardo Anaya para exigir al presidente Enrique Peña Nieto, que no utilice a la PGR con fines político-electorales.
Enrique Ochoa informó que los priistas le piden a la PGR que “actúe conforme a Derecho e investigue puntualmente las acusaciones y los hechos que se le han señalado a Ricardo Anaya, de corrupción, de lavado de dinero y de triangulación de recursos.
“Coincidimos con todas aquellas voces que se han expresado exhortando a las autoridades de procuración e impartición de justicia a actuar frente a la comisión de los delitos, más aún de los actores que pretendan aspirar a la Presidencia de la República, que no se detengan las investigaciones por presiones políticas; por el contrario, que avancen.
La democracia mexicana requiere certeza que sólo le puede dar la estricta aplicación de la ley en todos los casos”, dijo.
Durante el mensaje, el líder nacional del PRI dijo que “Ricardo Anaya es un dos caras.
Es un mentiroso y es un corrupto”.
Momentos antes, entrevistado al concluir el festejo por el 89 aniversario del PRI, Enrique Ochoa insistió en que “Ricardo Anaya tiene que aclarar las acusaciones y señalamientos que se le han hecho por lavado de dinero”./LETICIA ROBLES DE LA ROSA/ Excelsior
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