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Héctor Raúl Avila Vázquez
periodista
Admirable la habilidad de Andrés Manuel López Obrador para manipular a la masa humana y a quienes usan los medios de comunicación nacionales, para difundir a su manera, su quehacer polìtico.
El manipuleo, el tener a su lado, a quienes tienen presencia importante por sus maneras o formas de dirigirse a la masa humana, con sus mensajes subliminales, escritos, entrevistas, videos, memes, etc. es de reconocerle a AMLO.
Sin duda, sigue los pasos de Adolfo Hítler, aquél dictador alemán que con solo levantar su mano, un guiño de ojo, una señal con su boca, convencía, creaba confianza u ordenaba muerte.
AMLO, es un émulo de jefes de Estado que tienen sumido en pobreza a las gentes de su país.
Es intolerante, chantajista, agitador, convenenciero, traidor, mentiroso, distorsionador, un perfecto manipulador.
Respetable su elocuencia para convencer.
De ahí, que estén de su lado miles de simpatizantes, esperanzados con el cambio que anhelan, sin medir a futuro, el riesgo, el peligro, su propia vida y la de sus hijos, la de sus nietos.
Aceptable la irritación ciudadana en contra de todo lo que le lastima, le agravia,le afecta y no tiene resultados.
Por ello, la urgente necesidad de empoderar a AMLO en el poder ejecutivo, para "recuperar" la honestidad que el de MORENA pregona a los cuatro vientos.
AMLO, amado y odiado, lobo con piel de oveja.
A sus simpatizantes y militantes no les importa que sea parte del "chapulineo", que la misma población critica y señala con índice de fuego en otros actores polìticos.
A nadie "de su gente", le interesa de dónde provienen los gastos personales de AMLO, quien durante muchos años ha vivido de la política sin trabajar
Pocos de sus adeptos, están interesados en conocer sus bienes patrimoniales, porque AMLO ha tenido la habilidad de trasladarnos a sus familiares, pero son suyos.
Por eso, sabe manipular a la masa humana, porque cada paso que da, deja huella de su liderazgo mal canalizado, que no le ha permitido alcanzar la victoria presidencial, porque significa alta peligrosidad para México y lo mexicanos.
Triste, irreversible, a quienes le "aman", el darse cuenta que AMLO sería otro Hitler, otro Maduro, otro Fidel Castro.
JOSE Antonio Meade Kuribreña, candidato externo del tricolor, comenzó con el pié derecho.
Sin militancia, sin carrera dentro del PRI, sin personalidad avasalladora como la tuvo EPN, lo metieron al escenario para contrarrestar la ofensiva de AMLO
Honesto, con experiencia laboral, sin señalamientos públicos a diferencia de otros militantes priistas, aceptó la propuesta.
A quién se le ocurrió que la política partidista es para los honrados ?
Pepe Antonio en el pecado lleva la penitencia, por eso, no alcanza el porcentaje de aceptación ciudadana que se requiere para garantizar la victoria el primero de Julio.
Arrastra corruptelas, despego de los representantes populares con quienes les confiaron el voto; dirigentes de organizaciones perpetuados en ellas; desvíos de dineros; y un sinnúmero de situaciones que no le ayudan en su campaña y en la que ha tenido que luchar contra marea.
Cómo o por qué aceptó la candidatura ?
El solo lo sabe
Su ejemplo, ha sido asumido desde las más recónditas comunidades.
"Saltarines" de partidos polìticos sin recato.
Al fin, Pepe no es del PRI, .
A las gentes del comité nacional de ese instituto polìtico, no les interesó los liderazgos naturales.
Esos que se forjan en el terreno electoral, los que convencen al ciudadano, los que tocan puerta a puerta y los que defienden el voto de su candidato.
A esas y a esos, los desecharon.
A otros, les dieron suplencias, y felices y contentos con ser de segunda mano aceptaron.
Las estrategias de campaña, deben rediseñarse si se quiere obtener la curul nacional.
RUBEN Anaya, cuestionado en todo momento por sus acciones públicas y secretas.
A cada paso, le indilgan actividades ilìcitas que no ha querido justificar en forma y tiempo.
Con la frente en alto - así se siente- avanza en su camino a la presidencia de la República.
El desquebrajamiento de su partido, no es coadyuvante para garantizar el triunfo inobjetable y él lo sabe.
Anaya, joven emprendedor político, se contaminó de las deshonestidades cercanas y eso sería parte de su fracaso.
Sin embargo, la lucha electoral continùa; sectores de mexicanos no lo ven como el sucesor de Peña Nieto,.
Hablar con la verdad, ayudaría a mejorar su campaña.
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