Esperé para disfrutar, degustar, reposar y relexionar.
No hay padre que no se sienta orgulloso de su legado; sus hijos
No hay madre, que rebose felicidad de mirar que su trabajo de años, rindió frutos buenos.
No hay hermanos que se sientan orgullosos de sus hermanos, de sus proyectos cristalizados y más, cuado son parte de ellos.
Verles crecer, aspirar cada día a ser mejores, buscar sus propios caminos y cumplir metas, es un gran regalo de Dios.
Disfrutamos de un abogado (Néstor Raúl), de ex militar, comerciante y comunicador (Juan Pablo de Jesús) de otro comerciante (Hugo Alejandro), de una licenciada en comunicación (Gabriela Alejandra ).
Cada uno en su faceta, da el plus a su vida.
Nos llenan de alegría con los nietos que cuando nos visitan, corren por la casa en cada juego que organizan.
Y ésta ocasión, así como disfrutamos cada uno de sus sueños, nos enorgullese que Héctor Ulises, el menor de nuestros hijos, obtuviera la certificación de ingeniero en salud pública en el área de fumigaciones, desinfecciones y desinfetaciones de plagas nocivas.
Como en todos los casos, no fue tarea fácil.
Hoy, agradezco al personal directivo y operativo de la COESPRIS Colima, sus atenciones, sus orientaciones y las facilidades para que el registro sanitario fuese excelente regalo navideño
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