De la Secretaría de Hacienda se dijo que el proyecto no tiene impacto en los programas, no tiene destino específico de gasto y no genera nuevas atribuciones.
En conclusión, la reforma es humo y no sirve para nada, acusó Éctor Jaime Ramírez secretario de la comisión de calud en el San Lázaro.
No obstante, Morena y sus aliados convocaron a la comisión de puntos constitucionales a discutir y votar el dictamen correspondiente el próximo viernes.
Ramírez anticipó así, que la bancada blanquiazul propondrá modelo de financiamiento y atención de alta especialidad, para garantizar la atención a los mexicanos, siguiendo el esquema del IMSS.
En acción nacional, le tomamos la palabra al presidente, hay que profundizar en la protección constitucional a la salud, pero poniéndole dinero, dijo.
El planteamiento del PAN, es adicionar la reforma constitucional y establecer que el gobierno federal, cubrirá anualmente la cuota social por cada persona sin seguridad social, para garantizar su atención.
El dinero se canalizaría a través del patrimonio del fondo de salud para el Bienestar, conforme a las estimaciones de cobertura en salud que realiza el consejo nacional de evaluación de la política de desarrollo social.
Los diputados panistas señalaron que el actual gobierno ha fracasado en salud, sin corregir nada con la reforma constitucional propuesta por López Obrador.
Retrocedimos en 2019 con reforma a la ley general de salud que desapareció el seguro popular para dar paso al Insabi.
La cobertura de servicios de salud cayó en 30 millones de 2019 a 2023, el peor desempeño del que se tenga registro y dos años, después el Insabi fue liquidado por su incompetencia, remarcaron.
Advirtieron que el IMSS-Bienestar que sustituyó al Insabi, es institución que se diseñó para concentrar el dinero de la salud en pocas manos, para quitarle a los Estados sus hospitales y su nómina, para usar los dineros a capricho y sin rendir cuentas.
No le interesa mejorar los servicios de salud, les interesa el control presupuestal.
Prueba de ello son los 800 mil muertos en exceso de la pandemia, 300 mil atribuibles a la mala gestión del sistema de salud, señaló Ramírez.
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