LA PRESENCIA de la ola delincuencial que asola al municipio, aparenta “limpia” de quienes se dedican a la distribuición de enervantes y disputa por el territorio, acciones que preocupan a la poblaciòn que ya había recuperado la paz y tranquilidad a la que está acostumbrada.
Por las calles, se miran deambular unidades policiacas municipales sólamente con el chofer a bordo, mientras que agentes de la policìa estatal se pasean dentro de las cabinas con aire acondicionado, y poco se ven en vigilancia, a elementos de la Procuración de Justicia del Estado y a la Policia Acreditable.
Tal parece que tras atrapar a la Servando Tuta Gómez, respiran confianza en que nada más sucederá.
Craso error, pues es sabido que cuando ésto sucede, es cuando más se acrecenta la ola delincuencial.
Las autoridades policiacas no deben bajar la guardia, las vigilancias, las detenciones de sospechosos, las revisiones esporádicas, deben continuar para garantizar el bienestar ciudadano en todos sentidos, todo ello bajo el estricto respeto al marco de la ley.
De lo contrario, regresaremos al clima de inseguridad en que no vimos inmersos dos años atrás, y eso, no quiere de ninguna forma la ciudadanía que ocurra.
La gente tiene ganas de ver en las unidades policiacas a más de dos o tres policias que ofrezcan seguridad, es decir, que no viajen dentro de cabinas en donde además se exponen a ser blancos fáciles de los delincuentes.
La gente quiere que presten un eficiente servicio y no a andar de mandaderos de nadie o levantadores de sillas, mesas o cervezas.
Las patrullas se destinaron para vigilar con eficiencia, y ésta acción, se ha visto disminuida notoriamente.
EL GENERAL José Francisco Gallardo candidato de MORENA, pide a los partidos políticos no comprar el voto de los ciudadanos, debido a que históricamente esa situación ha provocado que se tenga una sociedad sumisa y acrítica.
Colima es un Estado rico pero empobrecido por los actos de corrupción a causa de los malos gobiernos priistas desde 1929.
Debe haber un cambio.
Invito a los priistas a que no compren el voto, circunstancia en la que radica el tema de la inseguridad por el rompimiento del tejido social”.
Pues pide rancho para que le den parcela, porque es sabido que previo a las elecciones, la compra de conciencias son disputadas por todos los partidos polìticos, incluyendo al que lo postula.
Y no es la compra del voto el que induce a la inseguridad- disculpe paisano- sino que ésta se da por la deficiencia en el servicio de vigilancia y operatividad.
Y es que, recuerdo que en el 2011, uno de los alcaldes citaba en entrevista, que teniamos 250 policias y 15 patrullas para proteger a la ciudadania.
Y sacamos cuentas; dos unidades policiacas para custodiar al alcalde; una más en presidencia estacionada para servicios de emergencia, una más para el director de seguridad pùblica en turno, otra para la esposa del presidente, una más para la casa del edil, otra para cuidar a los hijos, algunas más para algunos funcionarios consentidos”; tres estacionadas en la comandancia para ahorrar gasolina; tres más en talleres mecáni cos o de laminado por choques, dos en rondines por las comunidades rurales, y nos perdimos la cuenta porque nos faltaron patrullas. !!
Ahora vamos con los policias; dos en presidencia; dos en casa del alcalde en turno; uno en el DIF, dos en COMAPAT; otros dos acompañando al director de seguridad; dos a los hijos del gobernante; uno para cada funcionario “·consentido” afuera de su casa;tres en cada caseta de “vigilancia”, dos en unidades deportivas y resguardo del parque vehicular y paro de contar; 70 elementos por turno; nos cuidan 15 ........
Sólamente dos candidatos, el del PRI y el del PAN, saben cuántos electores hay empadronados, cuánto cuesta el boleto en autobùs pasajero urbano y de cuánto es el salario mìnimo en Colima.
El resto, no lo supieron.
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