La historia reciente de México, está
plagada de personajes que en pleno retiro y encandilados por sus triunfos en
el deporte o el arte, se han dedicado a la política aprovechando lo que les
queda de carisma.
Los hay de todos los colores, siendo los más recurrentes, los
boxeadores famosos que terminan noqueados en el ring de la política; también
hay corredores, marchistas, futbolistas, toreros y artistas del cine y la
televisión.
Con el derecho constitucional que todos tenemos a votar y ser votados,
pero sobre todo, ilusionados porque en la política se gana el dinero de lo más
fácil, éstos ilustres personajes se han lanzado en pos del voto ciudadano que afortunadamente, no siempre han alcanzado.
Hace muchos años, el legendario boxeador Rubén Olivares aceptó la
candidatura que le ofreció el Partido Socialista de los Trabajadores a la
diputación federal por la Delegación Gustavo A. Madero en la ciudad de
México.
Olivares, aparte de sus triunfos
internacionales y de ser toda una figura a nivel mundial, se caracterizaba por
ser un alcohólico empedernido.
Esto no le importaba a la gente, mientras él
siguiera poniendo en alto el nombre de México.
Era el típico ídolo del pueblo
que había salido de la más humilde cuna; criado en los arrabales y con una
cultura ínfima, le demostraba a todo el mundo que cualquiera puede llegar a
tener dinero a manos llenas como él.
Pero, ya en el retiro, con sus cualidades
físicas y mentales mermadas por los excesos y los duros golpes del boxeo, decidió meterse a la actividad mejor remunerada y menos esforzada de nuestro
país.
Parecía que le estaba yendo bien,
pues sus mítines de campaña eran de los más concurridos y aunque él no tuviera
ni la menor idea de los escritos que leía en público, pues obviamente él no los
redactaba, la gente le aplaudía y todos querían estar cerca del ídolo, quien en
sus años de gloria se había convertido en el personaje deportista preferido de pobres y ricos.
Así, la campaña política del
popular “Púas” como era conocido
Rubén, había marchado sin muchos tropiezos ni resbalones, solamente se le
salían algunas gracejadas producto de su bajo nivel cultural que de vez en
cuando se le ocurrían, pero lejos de
incomodar a la gente o evidenciar la ignorancia del ídolo, eran tomadas como
bromas y servían para aumentar su popularidad.
Como aquella ocasión cuando una
reportera le preguntó que qué opinaba de las diputaciones plurinominales; la
respuesta de Rubén Olivares fue categórica y directa pues dijo, luciendo en su
sonrisa el deslumbrante diente de oro: …“Creo
que es una importante fuente de empleo”.
Vino el cierre de campaña y con él, la debacle.
Los impulsores de la
carrera política de Olivares tuvieron la acertada idea de cerrar campaña en una
de las colonias más populares del DF, la Nueva Tenochtitlán.
Montaron toda un
show con artistas y payasos.
Para ensalzar el estatus de la barriada y darle un
predominante toque de arrabal, en lugar de las clásicas tarimas prefabricadas
que todos los políticos utilizan, llevaron un camión destartalado sin redilas
cuya tarima serviría de escenario para que “el
hijo del pueblo” cerrara su campaña proselitista.
Ante el fragor de las porras, los
aplausos y las sonrisas de las edecanes alquiladas, despertó el león dormido
después de la durísima abstención impuesta por casi seis meses de campaña. “¡Que traigan pulque y tequila con nieve de
limón, las bebidas favoritas del candidato!” gritó él mismo a sus
asistentes.
Y que se arma la borrachera al pie del viejo camión, pues inmediatamente
llegaron los toneles repletos de pulque
curado de tuna, y la singular nieve de limón revuelta con tequila.
Y el
candidato comenzó a vaciar todos los vasos que le acercaba la gente del pueblo
que quería quedar bien con él.
Cuando le tocó hablar al susodicho candidato, ya no podía subirse a la
tarima, en parte por la repentina ingesta de alcohol y por una pierna enyesada
producto del accidente sufrido en aquellas fechas.
Entre cinco o seis
asistentes lo tomaron en vilo y prácticamente lo aventaron sobre la tarima.
Así
llegó casi arrastras a donde estaba el micrófono y con la voz aguardentosa les dijo Salud y comenzó a leer difícilmente con la
lengua echa bolas por el efecto del pulque.
La prensa fue
contundente, se publicaron fotos y un sinfín de comentarios adversos, que
dieron al traste con las aspiraciones del popular Rubén Olivares.
PERIÓDICO IMPRESO Y DIGITAL BISEMANARIO REGIONAL EL ALACRÁN
BUSQUELOS EN LOS KIOSKOS DE
MUNICIPIOS DEL ESTADO DE COLIMA Y EN MICHOACÁN
Escuche nuestra música y noticiero nocturno KABINA 96 DE 9 A 10 PM Centro Pacífico,
a través de RADIO ALACRAN www.editorialavilamartinez.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario