
En el Día Mundial de la Lucha contra la
Depresión, la información de la Secretaría de Salud indica que este trastorno
mental se reporta más en mujeres porque en los hombres hay aún el estigma de
que el masculino que se queja de depresión o del ánimo es considerado como un
acto de poca valentía u hombría, de ahí que las mujeres recurren más a la
atención.
La OMS señala que la depresión es la causa más
importante dentro de la carga de morbilidad en salud mental, tanto en los
países de ingresos altos como en los de ingresos bajos.
Asimismo, la depresión posterior al parto afecta
al 20% de las madres en los países de ingresos bajos y medios-bajos y las
tentativas de suicidio -que superan en 20 veces a los suicidios consumados-,
suelen ser más frecuentes entre las mujeres que en los hombres.
En cuanto a la causa del
padecimiento, es probable que la genética, las sustancias químicas y las
hormonas, así como el trastorno disfórico premenstrual, la depresión posparto,
la menopausia y el estrés se unan o crucen para contribuir a la depresión.
De acuerdo a la Secretaría de Salud, cuando las
personas tienen síntomas leves de depresión, requieren un tratamiento
terapéutico por parte de un psiquiatra o psicólogo, pero cuando son moderadas o
graves, se necesita un tratamiento farmacológico para controlar los síntomas y
son recetados no propiamente por un psiquiatra, puede ser un médico, siempre
cuando y tenga conocimientos del tema de salud mental.
La depresión, que se caracteriza por la presencia
de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de
autoestima, así como trastornos del sueño o del apetito, sensación de
cansancio, y falta de concentración, es una enfermedad mental con causas
psicológicas, sociales y biológicas que requieren de atención como las
enfermedades crónicas, de ahí la importancia de la detección temprana para
proporcionar un tratamiento oportuno.
Para disminuir el riesgo del padecimiento se
necesita que quienes padecen una enfermedad crónica estén controlados y lleven
un tratamiento adecuado, o si tienen un duelo, acudan a una valoración
psicológica antes de que se presenten los síntomas, pudiendo así anticiparse a
sufrir este trastorno.
También la buena alimentación y el ejercicio
frecuente reducen el riesgo de sufrir este trastorno.(Pablo Ávila Martínez)
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