sábado, 1 de agosto de 2020

¿Fue burla del uso del cubrebocas?
 ¿Mal chiste? 
¿Desplante machista? 
El Presidente manda  pésimo mensaje cuando dice que no lo usará hasta que se acabe la corrupción.
López Obrador lleva 20 meses en Palacio Nacional. 
Un año ocho meses, contaditos. 
Nomás no entiende que debe poner el ejemplo.
Si nos ponemos rigurosos, sus palabras son un reconocimiento de que no ha podido con la corrupción, a la que califica como “la peor pandemia de México”.
¿Será que no se acuerda que en noviembre pasado dijo que la corrupción ya había sido derrotada? 
Es pregunta, no se alboroten.
AMLO es el único mandatario en el mundo —ya ni Trump o Bolsonaro— que aparece en todos los actos públicos sin esa protección. 
La única imagen de él con cubrebocas la vimos en el avión que lo llevó a Estados Unidos.
No se lo quiere poner ni con los llamados de la OMS, de los exsecretarios de salud, del Nobel Mario Molina.
No acaba de entender que es medida para frenar la propagación del covid-19, que ya mató a 46 mil 688 mexicanos, y no  tema para chacotear en las mañaneras.
Sería bueno que revisara la investigación del Instituto de Economía Laboral con sede en Bonn, Alemania. 
Las conclusiones dicen que el uso del cubrebocas puede reducir hasta en 40 por ciento los contagios.
El comentario del Presidente es tan desproporcionado que el diario británico The Guardian le dedicó espacio en su portal de internet.

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